dissabte, 11 de juny del 2016

Palau de la Virreina

La historia del Palacio nos cuenta que recibe este nombre porque el Palacio debía ser construido por el Virrey pero éste murió antes de que se terminara la construcción, por lo tanto pasó a ser de la Virreina, su mujer.

Actualmente, el Palacio es la sede del departamento de servicios culturales de Barcelona.

Dentro del Palacio pudimos observar los gigantes de la ciudad de Barcelona.


Fachada principal


Vista del patio interior

Caminando por la Rambla encontramos, un poco más abajo de el Palacio de la Virreina, el Mercado de la Boquería, un conjunto de calles cubiertas que tienen una superficie de 2.583m2. Es popularmente conocido por sus destacadas paraditas y tiene un gran publico turístico. 




Sólo entrar observamos el bar Pinocho famoso por sus "biberones" o mejor dicho para aclararlo, los cafés con leche condensada que preparan en el establecimiento.


Sólo salir del Mercado, a los pies de las Ramblas vemos una gran obra de Joan Miró llamada el plan del oso. Al otro lado de la calle un edificio nos muestra obras del arte oriental.


Nos pusimos en medio de la obra de Miró y desde allí pudimos contemplar el Liceu. El Liceo de Barcelona fue creado en 1847 en la Rambla de Barcelona, ​​es un teatro de ópera que ha mantenido a lo largo de los años su función de centro cultural y artístico, y constituye uno de los símbolos de la ciudad.



Después de ver el tan bonito Liceo nos dirigimos hacía la Plaza Reial. Una vez en la plaza observamos las curiosas farolas, diseñadas por Antoni Gaudí i Cornet.



En medio de la plaza hay una fuente, nos sentamos al borde para observar la estatua de las tres hermanas de la mitología grecorromana, las tres Gracias, que eran las criadas de Venus.




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